La Colosa se convierte en símbolo de resistencia

Por: Andrea Montoya

El departamento del Tolima, ubicado en el centro occidente del país, posee una gran riqueza mineral en oro, que es reconocida desde el período prehispánico en el comercio, la fabricación de herramientas y la orfebrería. Bajo los suelos de Cajamarca –uno de los municipios del Tolíma- yacen alrededor de 300 toneladas de oro, que pretenden ser explotadas por la multinacional minera Anglogold Ashanti (AGA).

Panorámica de las montañas de Cajamarca en el Tolima.

La AGA tiene la potestad mercantil sobre el proyecto La Colosa y su  interés prima en la obtención de la licencia ambiental que le permitirá concretar el mega-proyecto minero. Sin embargo, Cortolima, encargada de otorgar el permiso correspondiente, aún no se lo ha proporcionado.

 

Anglogold Ashanti fue premiada por Greenpeace

con el galardón “Public Eye”, en enero del 2011,

por ser la multinacional minera más

irresponsable del mundo.

 

En Cajamarca las entidades Ecotierra, Conciencia Campesina y Cosajuca, están en contra de la intención de AngloGold Ashanti de obtener la licencia ambiental, argumentando que la multinacional desea explotar de manera irresponsable el lugar desde el momento en que se pretenda desarrollar la  etapa inicial del proyecto, alterando la constitución natural de este espacio ecológico y a largo plazo  provocando consecuencias irreversibles en cuanto a suelos y fuentes hídricas.

Wilson Báez, Vicepresidente de la entidad Conciencia Campesina.

Los municipios de El Espinal y El Guamo son los que se manifiestan con mayor fuerza en desacuerdo con el proyecto al afirmar que dicha multinacional los dejará sin agua. Adicionalmente, manifiestan que lo que se gastan en un año en el proceso minero de La Colosa equivale al almacenamiento hídrico que tiene Cajamarca.

 

Habla AngloGold Ashanti

 

En contraste con esta situación, la funcionaria Lauren Parra, profesional sénior social dentro de Anglogold Ashanti, dice que estas aseveraciones son falsas, en tanto la comunidad cercana a esta zona se encuentra desinformada al respecto y provoca continuas e innecesarias polémicas en relación a este asunto.

“La minería moderna representa no sólo una oportunidad económica a través de regalías, impuestos, compras locales, desarrollo de servicios e infraestructura, sino que hoy por hoy, debe dentro de su responsabilidad empresarial, asegurar su complementariedad con las actividades existentes en la zona de influencia”, expresó sobre el tema  Ramiro Santa, vicepresidente de asuntos corporativos de AngloGold en una entrevista brindada a la Silla Vacía.

 

Rafael Herz, presidente de AngloGold Ashanti, dice que gracias al proyecto minero de La Colosa le entrarán al país 500 millones de dólares al año por regalías. Fotografía: Portafolio.co

 

Haciendo cálculos basados en las propias estadísticas de consumo de agua de AngloGold a nivel mundial, se puede evidenciar que la mina consumirá unos 9 millones de metros cúbicos al año, lo cual equivale al consumo mínimo de unas 500.000 mil personas, en una zona donde la población es alrededor de 20.000 personas.

La zona de influencia de la mina depende del agua para la producción agrícola. Esa producción está amenazada por la minería. La mina estará en operación aproximadamente 15 años, dando empleo a unas 500 personas, pero se debe considerar que la mayor parte de las minas del mundo generan un problema de drenaje de aguas acídicas con presencia de metales pesados como el arsénico y el cobalto. Este problema del drenaje de aguas contaminadas genera unos costos que tendrán que asumir las comunidades.

Por otra parte, la creación de empleos regionales no debe opacar las intenciones secundarias que propone este monopolio minero, puesto que existen argumentos complementarios que no se soportan únicamente en el aspecto ambiental.

Evelio Campos Rodriguez, Coordinador general de Ecotierra.

 

Polarización de un municipio

 

Entre las múltiples consecuencias que acarrean el desarrollo del proyecto, algunos pobladores aseveran que la continuación de la explotación minera, genera una polarización de sus pobladores: aquellos que aunque no desconocen la realidad a la que se enfrentarán, dependen de la  inversión extranjera  como posibilidad para  emplearse. Y del otro lado, los que se oponen a una  exploración minera en un país como Colombia, que tiene una gran biodiversidad.

Robinson Mejía Díaz, poblador y cofundador del Colectivo Socio Ambiental Juvenil  de Cajamarca (COSAJUCA), expone cómo su lucha y la de quienes conforman la entidad se ve obstaculizada en gran medida por los mismos habitantes del municipio tolimense, que necesitan vacantes garantizadas por la multinacional AngloGold, “Antes de luchar contra la entidad minera AngloGold Ashanti, nos están haciendo luchar contra nosotros mismos, contra nuestros vecinos y amigos; porque mientras el Estado no garantice una vida laboral digna, muchos de ellos seguirán dependiendo de la minera La Colosa para conseguir y asegurar la papita diaria y por lo tanto no se van a arriesgar a apoyar nuestra labor”.

La AGA tiene concesionadas

más de 800 mil hectáreas en todo el país.

Contra los proyectos exploratorios de AngloGold Ashanti han surgido varias entidades: Cosajuca, Unión Campesina por la Defensa del Medio Ambiente y el Territorio (UCAT) y Emprendedores por la ecología y la tierra (ECOTIERRA), que desde la postura de jóvenes, campesinos y ambientalistas, buscan evitar una catástrofe para la despensa agrícola de Colombia.

Carlos Gámez Aguirre, director de la entidad UCAT.

 

La demografía en Cajamarca está calculada en aproximadamente 19.500 pobladores, para los cuales una explotación a cielo abierto, durante 15 años, que empleará anualmente 500 coterráneos, no será una garantía  para el crecimiento económico y por ende la mejora de las condiciones actuales en las que laboran, pues se destruiría la capa vegetal necesaria para la producción agrícola, de la que depende más de la mitad de la población, como lo asegura Carlos Humberto Gámez, líder comunal de la vereda Los Alpes: “no existirán condiciones futuras para los cajamarquinos, si se continúan explotando todos los recursos no renovables”.

En búsqueda de las peñas blancas y el tesoro del Cacique Calarcá

 

Cómo mito generacional, está la famosa historia de un indio guerrero, que escondió su tesoro en las profundidades rocosas de la cordillera central, cerca de Calarcá, Quindío.

Fundadores y colonizadores buscaron cantidades inimaginables del metal precioso, hasta que se estableció la multinacional minera Anglogold Ashanti, en lo que Colombia Solidarity Campaign, considera la reserva de oro más codiciada de Colombia, La Colosa en Cajamarca.

“El tesoro ya tiene dueño. ¡Increíble! Lo encontraron unos colonizadores que ya no usan carabelas ni armaduras: una multinacional de la minería, la AngloGold Ashanti, halló por fin el tesoro del Cacique Calarcá, a escasos 40 minutos del pueblo que lleva su nombre pero en jurisdicción de otro municipio llamado Cajamarca… No estaba enterrado en las Peñas Blancas sino algunos kilómetros más arriba, en pleno páramo, debajo de una loma empinada a los 3100 metros… Hablaron el año pasado de uno de los diez yacimientos de oro más grandes del mundo, y presos de esa enfermedad humana antiquísima, comenzaron por nominarlo: lo llamaron La Colosa,” escrito por Redepaz Quindío en el sitio web Ingeniería Crítica de la Universidad Nacional de Colombia.

 

Parque central de Cajamarca.

 

Algunos estudios aseguran que las consecuencias de explotación minera en la reserva forestal  La Colosa en Cajamarca, podrían traducirse en la situación actual de la mina de oro en Yanacocha, Perú, con graves afecciones en los afluentes, en la variedad de especies animales y vegetales, al aire, a la salud humana, pero esta se convertiría, según la Asociación de la cuenca del Río Coello y el GAP de la universidad del Rosario, en la tercer mina de oro más grande en Latinoamérica, después de Yanacocha y de Escondida en Chile.

También organizaciones ambientalistas nacionales como la CENSAT, aseguran que después de establecerse la AngloGold Ashanti en territorio tolimense, “fueron detenidos de manera arbitraria 59 campesinos en el año 2003 y dejados semanas después en libertad. El 2 de noviembre fueron asesinados cinco miembros de la comunidad, entre ellos dos dirigentes sindicales y un defensor de derechos humanos; seguidamente, se produjeron desapariciones forzadas…”

 

Evelio Campo Rodríguez, coordinador general de Ecotierra, asegura que  después de tres años de riguroso seguimiento a la consecuencia de sector de La Colosa,  no han encontrado un solo emprendimiento minero en Latinoamérica y en el mundo que sea beneficioso para las personas que viven alrededor de él.  Indudablemente enriquecedor para la compañía minera, para los funcionarios públicos y para quienes entregan las licencias, pero no para sus pobladores.

“Colombia tiene más de 30 mil solicitudes de minería en las tres cordilleras y está entregada en más de 10 millones de hectáreas a la minería. Si esto continúa, Colombia desaparece indiscutiblemente como país mega diverso”, expuso Rodríguez.

La nación y los pobladores de Cajamarca ya conocen el costo ambiental que trae la mega minería, por ende la solución sería dejarla a un lado y apostarle a lo que mejor han sabido hacer a lo largo de su historia. Potencializar el agro, el ecoturismo y la agroecología, pero sobre todo como comunidad, evitando a toda costa que pierda su identidad como agricultores natos y aunque minifundistas, dueños de sus tierra, de sus verdes y parcelas.

Patrimonio de todos, patrimonio de nadie

Juliana Reina Martínez:  Nanali1993@hotmail.com

Maura Daniela Osorio Robledo:  Maura_1313@hotmail.com

La conservación del medio ambiente y biodiversidad es primordial en un parque, reserva, área única, santuario de flora y fauna o vía parque. De esta manera, conforman el Sistema Nacional de Parques Naturales, administrado por el Estado, quienes consideran que requieren ayuda de una nueva figura: la concesión, promoviendo así su interés ecoturístico.

“Nos están cobrando por usufructuar nuestro patrimonio”, expresa Jhon Jairo Ocampo, administrador del medio ambiente.

Colombia tiene el beneficio de contar con gran riqueza natural y cultural como lo es su patrimonio, constituido por  55 áreas protegidas, las cuales tienen como objetivo conservar sus animales, plantas y su integridad como paisaje.  La invitación es permanente al conocimiento, al respeto y la maravilla.

Quizás no se les pueda asignar un valor justo, aún traduciendo sus servicios ambientales a valores monetarios, pero se puede intuir que son bienes sagrados y de gran ayuda para la propia supervivencia.

Distribución espacial del PNN Nevados

Departamento

%

Caldas

13,9

Risaralda

34,2

Quindío

2,9

Tolima

49,0

TOTAL

100

*Tomado del libro Plan de Manejo Parque Nacional Natural de los Nevados.

Páramos cubiertos de plantas que poseen ingeniosas adaptaciones para soportar los vientos fríos, la  pobreza de nutrientes disponibles en los suelos y la intensa radiación solar, extensos arenales, volcanes copados de nieve, manantiales sulfurosos y ríos que se precipitan hacia los valles.

El Parque Nacional Natural de los Nevados tiene 53.800 hectáreas, comenta Marcelo García, asistente de Gerencia en Concesión Nevados. Abarca cuatro departamentos: Risaralda, Quindío, Caldas y Tolima. Situado sobre el eje de la Cordillera Central, con alturas entre 2.600 y 5.321 m.s.n.m. y con temperaturas dependiendo del lugar donde se encuentre (Norte, Sur, Este, Oeste), siendo uno de los escenarios naturales más diversos y hermosos que tiene Colombia.

Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas

Parques Nacionales Naturales (PNN)

40

Santuarios de Flora y Fauna (SFF)

11

Reservas Nacionales Naturales (RNN)

2

Vía Parque

1

Área Natural Única (ANU)

1

TOTAL

55 

Las funciones de los parques naturales con relación al SINAP:

  1. Administrar las áreas protegidas del Sistema de Parques Nacionales Naturales en las cinco categorías indicadas en el cuadro.
  2. Contribuir a la conformación y consolidación del Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
  3. Coordinar e implementar políticas, planes, programas, normas y procedimientos relacionados con el Sistema Nacional de Áreas Protegidas.

SINAP: Es el sistema de áreas protegidas, el cual está al frente de supervisar y gestionar estrategias para contribuir como un todo al cumplimiento de los objetivos de conservación del país. Incluye todas las áreas protegidas de gobernanza pública, privada o comunitaria, y del ámbito de gestión nacional.

Antecedentes: Por medio de la suscripción al convenio de diversidad biológica a través de la  ley 165 de 1994, se adquirió el compromiso de conformar y consolidar  un sistema nacional de áreas protegidas, en este caso el SINAP, ya que Colombia es uno de los cinco países con mayor diversidad ecológica a nivel Internacional.

El SINAP tiene 5 divisiones distribuidas así:

Parque Nacional Natural: Es un área natural de tierra o mar destinada a:

  • Proteger la integridad ecológica de uno o más ecosistemas para las generaciones presentes y futuras.
  • Excluir la explotación u ocupación no ligadas a la protección del área.
  • Proveer las bases para que los visitantes puedan hacer uso espiritual,  científico, educacional o recreativo, de forma compatible con la preservación y la cultura.

Santuario de Flora y Fauna: Es una subdivisión al equivalente de un monumento natural es decir una subdivisión de un elemento natural de singular valor paisajístico, geológico, histórico o de otro tipo, y cuya conservación aconseja un tipo de protección especial, ya que normalmente se encuentran fuera de un entorno susceptible de tener una protección superior.

Reserva Nacional Natural: Es un área que se encuentra protegida por las características geológicas, debido a que su mantenimiento es muy delicado y requiere una buena administración y cuidado para que se desarrolle la flora, fauna y vida silvestre.

Parque Nacional Natural de los Nevados

Vía Parque: Es un monumento natural, es decir, que se caracteriza por su paisaje único y por ende, requiere un trato especial por no encontrarse en un entorno apto para la conservación.

Área Natural Única: Son reservas protegidas y únicas por sus diversos tipos de fauna y flora, o por sus diferentes paisajes.

En la ley  99 de 1993, se establece como aspecto principal la armonía general que debe orientar la planificación ambiental, en concordancia de los ámbitos local, regional y nacional.

 “Se están vendiendo los Parques Nacionales de Colombia”, “Amnesia y parques nacionales”, “¿Los parques qué?”, “Peligran parques nacionales”…

Son algunos titulares que encabezan la prensa nacional respecto a la problemática que enfrentan los parques naturales: La concesión.

Según el diccionario de la Real Academia define la palabra concesión, como un negocio jurídico, por el cual la administración cede a una persona facultades de uso privativo, de una pertenencia del dominio público o la gestión de un servicio público, en plazo determinado bajo ciertas condiciones.

La concesión es un proyecto administrativo que la ley tiene para que las entidades públicas puedan regular de manera más eficiente algunos de sus territorios y servicios. En el caso de los parques, es un derecho que se le otorga a empresas privadas para que lleven la dirección de propiedades del Estado.

Guido Gerardo Fernández, Jefe del programa Parques Nacionales Naturales de los Nevados. Explica que la concesión del Parque Natural surgió por la necesidad que se presentaba respecto a la vigilancia ambiental y conservación de la misma. En un estudio que realizaron antes del 2006, se dieron cuenta que el turismo les estaba quitando el 67% del tiempo a los funcionarios del parque; como lo era dar la bienvenida a los visitantes, brindarles inducciones, ubicarlos en los camping, entre otras.

¿Concesión igual a privatización?

se podría hablar de privatización, ya que al ser privada tiene unas restricciones de usos, “expresa Guido Gerardo Fernández, jefe del programa Parque Nacional Natural de los Nevados – “Tenemos una zonificación por la cual podemos decir que zona es intangible y además no hay zonas del parque donde no puede llegar la gente, aunque este concesionado por condiciones ambientales, puesto que un ecosistema en páramo es una  área muy frágil y crece muy lento”.

La falta de presupuesto para el mantenimiento de los parques ha logrado que el Estado ejecute estas concesiones, que tienen un periodo de prueba de 10 años, en el cual se realizan diversos estudios para identificar si es rentable tanto para el desarrollo de los patrimonios culturales, como para el beneficio social.

Jhon Jairo, administrador del medio ambiente, expone su desacuerdo ante la situación y no quiere que sigan disfrazando lo que verdaderamente se denomina privatización. Espacios que son de nosotros que se sostienen con impuestos que pagamos como ciudadanos, comenta “hoy nos están cobrando por estar allá. Entonces supuestamente nosotros pagamos impuestos y tenemos que pagar por el manejo y tenemos que pagar para los funcionarios que hay allá. ¿Eso qué es?”.  

Al pasar dicha administración a manos de entidades privadas, quedan con el derecho de generar un poder y unas reglas a las que todos deben someterse sin importar que sea un patrimonio nacional, teniendo como resultando un abastecimiento y fomento del turismo o el ecoturismo como suelen llamarlo. Y como segundo plano la conservación del medio ambiente.

“Hay una cosa a la que tenemos derecho todos los ciudadanos y es la agenda pública, los temas de los que queremos hablar y debemos hablar en términos reales, que se nos diga lo que ocurre, entonces porque de esas cosas no se dice todo tal y como es, y nos enredan bajo una sarta de palabrerías”, expresa Jhon Jairo.

Una agenda Pública es la que hace posible la participación de los grupos que conforman un país, como lo son el Estado y la sociedad, abriendo un espacio para el debate y acuerdos entre todos. Muchas de esas funciones simplemente las realizan bajo la responsabilidad de los altos mandos.

Según Guido Gerardo Fernández, jefe del programa Parque Nacional Natural de los Nevados, la concesión se dio porque los funcionarios anteriormente por estar pendientes de la actividad y cuidado del parque, no se ocupaban de inducir a los visitantes. A raíz de eso surgieron las concesiones, por la subdirección técnica de Bogotá, que terminó siendo la concesión PNN Nevados, que esta a cargo de una unión temporal de varias empresas, ellas son las encargadas de manejar el turismo ya que tienen el presupuesto y el conocimiento para hacerlo.

Los parques naturales colombianos deben tener un control y vigilancia permanente para garantizar toda la biodiversidad y preservación en las más óptimas condiciones. Estos deben proponer e implementar las políticas, proyectos y normas del hábitat natural.

“Con la privatización de los Parques Nacionales lo que se logra es tener un precio excluyente” – dice Carlos Victoria, Profesor de la Universidad Tenológica de Pereira, de Ciencias Políticas “eso refleja que de una u otra manera en la política ambiental, el Estado considera que no tiene recursos suficientes para poder sostener el mantenimiento de los parques,  que con la concesión los parques se pueden sostener porque eso necesita una administración de todas maneras”.  

Jhon Jairo, dice que él y todos las demás personas, mes a mes tienen que entregar el 10% del salario, entonces, ¿por qué?, si cada uno hace todo eso, cobran de más por visitar el “supuesto” patrimonio perteneciente a Colombia.

El estado sintió que con los impuestos que cada colombiano pagaba no era suficiente, decidiendo así otorgar un derecho a empresas privadas. En la actualidad, de las 55 áreas protegidas con las que cuenta el SINAP, seis de ellas ya están concesionadas, de esas existen cuatro Parques Nacionales Naturales, un Santuario de Flora y fauna y una Vía Parque.

De acuerdo con la ley, las entidades que están al frente de las áreas ambientales a nivel nacional son el Ministerio de Medio Ambiente, Corporación Autónoma Regional, Fondo Nacional Ambiental (Fonan), el Cuerpo Especializado de Policía Ambiental y el Servicio Ambiental.

Debido a el estudio mencionado anteriormente, realizado por el Sistema de Parques Nacionales Naturales, se llega a la conclusión que las siguientes entidades: Comfamiliar, Aviatur, Inficaldas, Infimanizales y Sociedad Hotelera de Caldas, quedan formando la unión temporal de la concesión, y al mismo tiempo, quedando encargadas de fomentar el turismo en las partes concedidas: norte y centro del Parque Nacional Natural de los Nevados.

Concesión 

Operadores

Fecha 

PNN Amacayacu Alianza Aviatur – Decamerón – Cielos Abiertos.

Junio 2005

PNN Tayrona Alianza Cámara de Comercio de Santa Marta – Aviatur – Alnuva.

Noviembre 2005

PNN Gorgona Alianza AvianCaribean – Aviatur

Enero 2006

PNN Nevados Alianza InfiCaldas – InfiManizales – Aviatur – Comfamiliar Caldas – Sociedad Hotelera de Caldas.

Junio 2006

SFF Otún Quimbaya Alianza Gobernación de Risaralda – Aguas y Aguas de Manizales –Comfamiliar de Risaralda.

Octubre 2007

Vía Parque Isla Salamanca Consorcio Salamanca: Corporación Bioparques.

Mayo 2010

¿Quiénes se benefician con la concesión? 

Marcelo García, Asistente de Gerencia en Concesión Nevados, cuenta cómo dentro del parque todas las obras que se realicen quedan para el mismo:

Anualmente les pagamos una contraprestación que se va a Fondo Nacional Ambiental manifiesta  ese dinero se vuelve oficial porque se reparte en todas las áreas protegidas.   

Según el Jefe del programa PNN Nevados, comparte lo que dice Marcelo, ya que todos los recursos que se recaudan van a un fondo nacional ambiental. Este, es el mismo para todos los parques, y se encarga de distribuir el dinero a parques que tienen Ecoturismo, tanto a quienes tienen buenos presupuestos como a los que no.

Yo pienso que ahí hay un telón pero hay que generar los juicios adecuados, por que no nos podemos quedar simplemente con lo que nos quieren vender, ¿A quiénes beneficia regularmente esos contratos?, a empresas que tienen que ver con funcionarios del mismo estado o  un senador que  es dueño de una empresita o hasta el mismo presidente es socio de la empresa”, señala Ocampo.

Los cinco socios pertenecientes a la concesión del Parque Nacional Natural de los Nevados, toman las utilidades y las re invierten en la unión temporal y se reparten los fines lucrativos entre ellos, esa concesión equivale a menos del 1%.

“El otro 99% se encarga de la conservación del medio ambiente. Antes del 30 de septiembre se hacia el recorrido caminando, se podía ascender a 5125 m de altura, el 30 de septiembre paso a alerta amarilla. Alrededor de 55 mil visitantes al año desde el 2005 ha sido la tendencia de personas que suben al PNNN”, prosigue García.

Guido, también menciona que toda persona que paga el ingreso a un Parque, Reserva u otro patrimonio, esta colaborando con la conservación de los Parques Nacionales del país.

La concesión el nuevo sinónimo de privatización, lo pintan como la mejor y única  solución para la conservación de la biodiversidad de los parques naturales colombianos, esta nueva figura tiene un periodo de prueba de 10 años contemplando la opción de continuar con esta concesión una vez finalizada esta fase. ¿Quién asegura a los colombianos que en algún momento no se va a incrementar el porcentaje de la concesión?