Fútbol infantil, empresa que nadie conoce
28 abril, 2011 Deja un comentario
Se dice que el tráfico de menores en el fútbol es un tema serio y sí que lo es, pero sobre todo en lugares como Argentina o Brasil. En Colombia, tal cosa no pareciera existir.
Por: Julián Andrés Grisales V.
julyan022@hotmail.com
Foto tomada de: primera-clase.com
«Ese es un tema muy engorroso, la verdad no tengo conocimiento sobre él, no hemos recibido ninguna denuncia ni nada con respecto a ese tema», «Menudo tema. Muy lindo, muy atractivo, pero no tan fácil de investigar. Yo tampoco sé mucho», estas son algunas de las apreciaciones de algunos periodistas con respecto a este tema, no sólo de la región sino de Suramérica.
Para conseguir que alguna persona hable acerca de este espinoso tema, y aún peor, donde hay niños es un tanto difícil, y para aumentar su complejidad, acerca de una situación que en la región pareciera no presentarse, lo hace casi imposible.
Personas como Nicolás Samper, director de la revista fútbol total prefirieron mantenerse en silencio cuando se les tocó el tema. A la hora de contactarlo se presentó muy amable, pero cuando llegó la hora de la verdad y se le mencionó el tema su silencio se mantuvo y nunca respondió.
Antes de comenzar a hablar sobre los derechos de los niños, el manejo de estos, entre otras cosas, se debe poner en contexto todo el tema que gira alrededor de las ligas menores de fútbol. En Pereira, según Mauricio Toro, Comunicador Social-Periodista, solo existe un gran campamento traído del exterior para colaborar con la formación de los niños. El nombre de este campamento es el Milan Junior Camp, un campamento creado por el A.C Milan para formar y probar de alguna manera los posibles futuros niños talento en el campo del fútbol.
El funcionamiento de este campamento es el siguiente: primero se organiza la parte técnica del campamento como lo es la selección de los entrenadores, lugar, cantidad máxima de integrantes, entre otros muchos detalles que hacen de este campamento algo único, luego se abren las inscripciones para todos los niños, el valor rodea los 600 mil pesos, lo que significa que no cualquier persona puede entrar. En el campamento los niños son probados, después del campamento se seleccionan los posibles candidatos, luego pasan a una revisión física, para comprobar el riesgo de posibles fracturas, lesiones, cosas que puedan interrumpir con el desarrollo de este niño en el campo profesional, si todas las pruebas salen positivas pasa al siguiente “nivel”, y puede ser candidato a ingresar al Milan Day, un evento que se hace en Italia con todos los niños talentosos del mundo de los cuales solo unos pocos logran avanzar.
Este proceso que el niño atraviesa no es algo fácil. No cualquiera llega a viajar, pues los patrocinadores no se pueden dar el lujo de perder dinero en los viajes de un niño que a fin de cuentas no les va a servir. Como siempre, todo es plata, sin ella ni siquiera los niños pueden entrar a concursar en el campamento, los encargados de los campamentos anualmente buscan patrocinios para regalar becas a algunos niños de escasos recursos que quieran participar en esto.
Según el sitio Escola de futbol, “Entendemos que a partir de los 5 años el deporte y, más concretamente el fútbol, lo deberíamos presentar como un juego, como un juego deportivo, donde se entremezclen los componentes creativos, expresivos y lúdicos que nos sirvan como un medio de realización, formación y potenciación de las cualidades y capacidades del niño.
Si la enseñanza deportiva en general es compleja, hemos de entender que el fútbol, como deporte de equipo que se desarrolla en un espacio relativamente reducido, tremendamente normatizado, con móvil y el concurso fundamental de la coordinación oculo-pedica, resultara particularmente complicado”.
Todo es legal, las cláusulas de todos los contratos hechos con los padres o acudientes de los niños tienen respaldo legal, no hay nada bajo cuerda, todo está en orden y todo sale bien. Esto es lo que sucede con los grandes equipos que cuentan con buen recurso económico, pero ¿qué sucede con los equipos que no cuentan con este recurso? ¿Cómo se manejan los traslados de los jugadores de un equipo a otro? Pues es en este punto donde entra la parte no tan legal.
Mauricio Fernández es un joven estudiante de 20 años, ex jugador del Deportivo Pereira, amante del fútbol pero lo perdió todo debido a una lesión en la rodilla. Según “El Mauro”, como sus amigos lo llaman, desde muy pequeño empezó a jugar fútbol, inició en la liga de menores de Santa Rosa de Cabal, y continuó mejorando hasta llegar al Deportivo Pereira y finalmente logró viajar a Argentina para hacer lo que más le gusta, jugar fútbol, en este lugar se lesionó la rodilla en un partido y casi instantáneo lo devolvieron para Colombia.
“Todo inicia en el momento en que uno firma la tabla del equipo -afirma “El Mauro”- porque es en ese momento en el que el jugador pasa de ser independiente a ser un tipo de “objeto” para el equipo, con esa firma el director es el dueño de todos los derechos deportivos de la persona y es el director el que decide si la persona juega o no, dónde juega, con quién juega, cuándo juega, en fin, el jugador pasa a ser un objeto que puede llegar a ser comercializado entre los directores de cada equipo, pero el funcionamiento de esta compra-venta de jugadores no es siempre como debería ser, pues en algunos casos se firman contratos entre ambos directores por un dinero, pero en realidad la venta resulta más económica de lo que dice el contrato logrando así una enorme ganancia para ambos pues el resultado sobrante queda para ellos”.
El tema de las ligas menores de fútbol es delicado, pues por estar tratando con menores de edad se aplican grandes penas a los culpables, ya que en Colombia existen diferentes organismos que velan por los derechos de los niños.
Específicamente en nuestra región, casos concretos de tráfico de menores por motivos deportivos no se dan, o no se conocen. Se sabe que hay irregularidades en el cambio de equipos en los que juega el niño por parte de los directores, pero nada serio que afecte a la persona, los derechos de los niños en el fútbol a veces son violados debido a intereses económicos de sus superiores. De esta manera el niño no tiene autonomía para decidir dónde, cuándo y con quién quiere jugar pues su firma en la planilla del equipo es su pase de entrada para “pertenecer” al equipo.
El único caso conocido de un personaje reconocido de la región en el fútbol, es el de Jhon Edison Castaño, el cual se sabe que desde aproximadamente los 15 años empezó a brillar como una posible estrella de este deporte, como se dice en la página enunabaldosa.com “Había surgido con luz propia en el Sudamericano sub-19 de 1985, en Paraguay. Según cuentan, tenía una habilidad extrema, de un valor incalculable. Gambeteaba como ninguno y poseía un futuro enorme. Pero a ese incipiente talento no le agregó disciplina y profesionalismo, dos factores fundamentales para triunfar a lo grande.” Debido esto su carrera en el fútbol fue cayendo hasta quedar como solo un recuerdo más.
Hablar de tráfico de menores en equipos de fútbol en la región sería algo extraño pues hasta el momento no se conocen historias de vida ni casos concretos en los cuales un menor sea el protagonista de una historia en la que sus derechos son violados, esto se debe principalmente a que esta región no es famosa como otras por sus jugadores.
No llama la atención un lugar donde el equipo oficial no promete nada, así existan verdaderos futuros talentos deportivos nadie se interesa en querer explotar esta zona a diferencia de otros lugares no solo del país sino del continente que tienen gran fama de tener niños talentosos en este deporte y que sí promete futuros éxitos.