Megaproyectos tienen en la mira a Mistrató.

Por: Juan Manuel Taborda Acebedo: djjuan2006@hotmail.com

Sandra Cristina Giraldo Santiago: sandris8820@hotmail.com

En el resurgimiento de las potencias asiáticas, el Pacífico colombiano juega un papel muy importante.

La construcción de una vía que conecte importantes zonas del centro del país como el Eje cafetero y el pacífico colombiano, entre otras, no es un proyecto nuevo. Este tiene sus inicios con la Ley 121 de 1959 e inclusive con estudios y análisis elaborados desde 1880.

En el recuadro se ve enmarcada la zona de la región que está en medio del interior y el Choco, unión que se pretende hacer entre estos dos extremos

La ejecución de un proyecto que posibilite la comunicación vial entre los países suramericanos, es un objetivo que inicialmente se pensó a través de un ferrocarril, pero esta idea fue eliminada en 1923 en una conferencia internacional americana que se realizó en Santiago de Chile, donde se optó por la construcción de carreteras.

 Esto no es solo buscar el tan mencionado y diversificado desarrollo a partir del cemento. Tiene otras connotaciones que requieren análisis, como la relación con el TLC, a quién le corresponde la inversión de capital y la administración de estos proyectos y su relación con el manejo del tema en la política.

 El propósito central es lograr una salida más cercana al Océano Pacífico para el Centro-Occidente del país, con el objetivo de aprovechar la riqueza costera y  desarrollar importantes intercambios comerciales. Este proyecto se ha ejecutado a lo largo del tiempo por etapas. En el caso de Risaralda sus municipios más involucrados son Pueblo Rico y Mistrató, con este último, el resguardo indígena Embera en la zona San Antonio del Chamí.

Quedan así dos opciones carretéables hasta Santa Cecilia, una por Mistrató y otra por Pueblo Rico, las cuales convergen allí para luego continuar una sola vía de Santa Cecilia  hasta Tadó y toda la Costa Pacífica.

Además, la carretera sólo es una parte de un grupo de megaproyectos que incluyen, entre otros, la implementación del Puerto de Tribugá en Nuquí, (Chocó) y uno menos mencionado que pretende competir contra el canal de Panamá, y es un canal interoceánico uniendo el río Atrato y el río Truandó,  el primero desemboca en el Atlántico y el segundo en el Pacífico.

Todas esas propuestas preocupan algunas zonas del Chocó, máxima fuente biogeográfica del país y entre las primeras del mundo. Este es un proyecto que tiene impactos económicos, sociales y ambientales; con múltiples actores involucrados de diversas formas; Estados Unidos, China, Europa, gobiernos locales, empresas privadas, dirigentes sociales y pobladores en general.

 A raíz  de todo el potencial comercial que han venido desarrollando todos los países del pacífico asiático y todo el proceso de globalización, el país se encuentra en una era de inserción comercial en el mundo, en la época contemporánea. Las potencias mundiales han estado interesadas en invertir grandes capitales en las zonas del pacífico y eso explica el problema del desplazamiento forzado hoy en Colombia y fundamentalmente en las poblaciones afros de la nación.

 Con relación a lo anterior Iván Vergara vicepresidente del Movimiento Nacional Cimarrón afirma que “Nuestro país ha venido entregando a grandes capitalistas transnacionales recursos naturales y la entrega de estos recursos naturales pasa  por la extracción de los mismos que implica establecer grandes transacciones carretéales que permitan  conectar el Pacifico con el interior del país  y con barias regiones del país terrestre y poder llevar los productos a los puertos que se están creando”

La principal motivación, entre muchas otras gira en torno al denominado –desarrollo-, un fenómeno que ha sido causa y efecto de múltiples acciones sociales.

Las vías de comunicación implican aspectos del desarrollo, dependiendo del aspecto de desarrollo que se posea,  “Las carreteras deben solucionar problemas, en este caso abastecimiento de alimentos, intercambios comerciales; intercambios incluso culturales y deportivos, entre las mismas comunidades acortan distancias a comunidades de otros departamentos como Antioquia, Caldas E interior del país” afirma el director de la Umata (Unidad Municipal de Atención Agropecuaria) de Mistrató, Henry Rincón.

Históricamente se ha demostrado que es simplemente necesidad de analizar y estudiar más las cosas, sin dejarse llevar por la inmediatez o el encantamiento temporal, o los propósitos particulares. Colombia necesita pensar a futuro, con autonomía y criterio, con unión y acuerdos interculturales. Sin repetir errores como los cometidos años pasados  ejemplo de ello lo acontecido con Panamá y su canal.

Para las personas que no están de acuerdo con la manera como se está llevando a cabo estos proyectos basados en el ideal de desarrollo. Ya que para ellos un desarrollo económico debe ir acompañado del ambiental y social, es necesario que por el desarrollo no estropeen los recursos naturales porque en esos términos no se podría considerar que hay un avance así los ingresos se incrementen.

Muchas de estas personas como el docente Diego Ceballos, investigador de la Universidad Libre de Pereira consideran que “la construcción de una vía férrea sería lo apropiado tanto para la biodiversidad del país como también para factores económicos, sociales, culturales y consolidación de un desarrollo apropiado. El problema es que hay otros interesados como la mafia del transporte quienes obviamente buscan la consolidación de la carretera”.

Ambientalistas y opositores se preguntan por los niveles de afectación a la fauna, flora y ecosistemas, además por los posibles perjuicios o beneficios que puedan sufrir los pobladores más cercanos a la carretera al mar Pacífico, como lo son los afrocolombianos y los indígenas.

A lo largo del tiempo, los indígenas por su parte han dicho que se les debe reconocer  como una entidad diferente al campesino, consolidando un fuero jurídico especial para ellos, y reconocimiento tanto de sus territorios como de ellos.

Este es un pueblo normal que no tiene un imaginario concreto de desarrollo y tampoco total conocimiento de sus fortalezas.

Finalmente esos espacios territoriales fueron reconocidos, pero hoy en día estos ya están pequeños, la población ha crecido, lo que implica también otros cambios.

 Se han venido realizando amenazas contra las comunidades indígenas para apoderarse de sus territorios y así explotar riquezas naturales de estas culturas como menciona Alberto Guazorna integrante del CRIR (Consejo Regional Indígena de Risaralda) “Pero lo más preocupante es que la violencia que se desata contra nuestro pueblo busca abrirle paso a los megaproyectos y a la explotación minera en nuestro territorio, en los municipios, Mistrató y Pueblo Rico. Proyectos que se entregan en concesión por el Gobierno nacional, con el auspicio de la administración departamental y municipal  que se adelantan sin la consulta previa a las comunidades indígenas”.

 Lo más complejo es que como en todas las relaciones sociales, el comercio, la cultura  y la política no pueden estar ausentes. La consolidación de este proyecto vial no es la excepción, y menos ahora en tiempo de campañas a gobernaciones y de alcaldías de Risaralda. La idea se vende como una oportunidad de desarrollo, de generación de empleo y turismo. Los espacios para conocer sus implicaciones y debatirlos ahora se mezclan con campañas políticas.

 La construcción de esta vía pensada como desarrollo partiendo del pensar que el desarrollo es tener.

“Claro está que desarrollo tiene definiciones de acuerdo  de lo que crean que es, Si desarrollo es tirar una vía por medio de un bosque, eso implica problemas ambientales  para algunas comunidades ya asentadas, eso no es desarrollo, para los ambientalistas eso no sería desarrollo es como reunir todos los actores que tienen que ir ahí”. Comento  Rincón

 La comunidad debe conectar con el mundo global por vía terrestre y vía acuática, “Nuestro pueblo también debe entrar en esos procesos de desarrollo industriales comerciales infraestructurales pero eso no significa que tengan que romper con el equilibrio ambiental   como tampoco romper de manera arbitraria una tradición cultural, deben de ser vinculadas articuladas pero respetando los intereses culturales territoriales la autonomía  y las riquezas naturales que se encuentran allí” señala Vergara.

 Para que no se repita lo que paso con panamá,  es necesario que los municipios que están prácticamente en un punto comunicacional entre  Choco y el interior  que son Pueblo Rico y Mistrató deben fortalecer su autonomía, su gestión y deben involucrasen mucho más  en ese Choco biográfico,  sentirse parte de esa región.

 Según Diego Ceballos “debemos participar siendo guardianes celosos de lo que tenemos, de nuestros recursos y nuestras riquezas, pienso que las comunicaciones deben darse  entre Europa y Asia y se van a dar por encima de lo que sea, entonces luchemos para que no sean tan perjudiciales  tan nocivas. Abramos entonces  más bien una vía férrea,  el riel no hace tanto daño,  inclusive es más económico”.

 El desarrollo está en buscar la felicidad, armonía de la vida y acá no se vislumbra en ningún lado. El desarrollo que prima es el de la acumulación de cosas, concentración de dinero y de recursos físicos.

Tumaco: una oportunidad perdida entre la sangre

Por: Juan Camilo Barragán

Tumaco, también conocido como “La perla del Pacifico”, posee una gran riqueza natural en cuanto a selva húmeda tropical, por ende, el cultivo de palma africana, la industria camaronera y la extracción de crudo, son algunas de sus principales fuentes económicas y de progreso, el cual no se ha visto según los habitantes del municipio ya que en cuanto a la industria camaronera, los marineros son extranjeros, no se bajan para abastecerse de víveres, todo el producido se lo llevan al exterior y algunas veces hacia el interior del país. La frase que acompaña el escudo de la ciudad, parece no cumplirse: Social e Incluyente.

Bajo una temperatura ambiente de aproximados 28ºC, sin aire acondicionado, y mucho menos sin el servicio de internet, trabajan diariamente en la Personería Municipal de Tumaco, municipio nariñense ubicado en el sur del país.

Detalles como la ausencia del servicio de internet en una dependencia como lo es la personería, reflejan la desorganización en la administración municipal. Por ello, habitantes como Alirio Murillo, taxista tumaqueño de 46 años, viven hastiados y cansados de la situación que afronta el municipio. Nuevo Milenio, uno de los barrios de Tumaco, donde su suelo es arena y el pantano que alguna vez fue un manglar, las personas han levantado sus hogares para poder tener un refugio para sus familias, pero es también la falta de oportunidades de empleo la que ha hecho que estas personas tomen terrenos no aptos para su vivienda. Para la desdicha de los tumaqueños, el desempleo, la falta de oportunidades, la utilización de su área marítima por parte de extranjeros, y el mal desarrollo de obras públicas no son sus únicos tormentos. La inseguridad es un problema mayúsculo que desde hace algunos años aqueja al municipio.

En una zona un poco aislada del centro, pero cerca a una de las bases de Ecopetrol, se encuentra la sede de la Universidad de Nariño, la cual es coordinada por Leder Fernando Castillo, quien con coraje ha tratado de sacar dicha institución adelante, ya que no contamos con ninguna ayuda por parte del municipio, nos sostenemos solo con las matrículas y con las ayudas de la Gobernación y la sede principal, además… los egresados de la universidad tienen que esperar turno para trabajar porque Tumaco no genera empleo calificado.

La dificultad en el orden público y la tranquilidad de su gente, viene siendo afectada desde el 2007, año en el cual el departamento de Nariño fue el más afectado por la violencia. La principal causa de la inseguridad urbana que se vive en Tumaco es la guerra entre grupos armados ilegales y bandas al servicio del narcotráfico, peleándose entre sí por zonas o territorios, y trayendo consigo un paradójico resultado.

Además de la presencia de los actores armados y la coca, otras dos razones están provocando el desplazamiento: la débil presencia del Estado y la presión por la tierra. La falta de institucionalidad estatal hace difícil la vida en la zona rural. Esta clase de temas, fueron tratados en el I Seminario de interés económico y social, el pasado 20 de mayo en el auditorio de la cámara de comercio de Tumaco, en donde, Jesús Martínez, decano de la facultad de ciencias económicas y administrativas de la Universidad de Nariño sede Pasto, fue uno de los expositores, quien decía que: …Tumaco está en crisis social, todos los indicadores sociales están pesando negativamente en un 40% por ciento por debajo de los promedios nacionales. Nada diferente a lo que se ve allí.

 La carencia de recursos económicos y la necesidad de progreso y desarrollo, son los dos factores que la comunidad de Tumaco, necesita para sostener un equilibrio natural de subsistencia. Es notoria la falta de compromiso social que han tenido los gobiernos pasados, partiendo que …la carretera principal que une a Tumaco con Pasto, está en pésimo estado, afirma Martínez. Como consecuencia a estos asuntos, el nivel de vida ha ido decreciendo.

Pese a lo anterior, se entiende que los municipios se sostienen con recursos propios, o sea, los impuestos, pero como la absoluta mayoría de la población es pobre, manifiesta Martínez, el municipio no tiene un amplio recaudo de impuestos. Debido a esto, Tumaco posee ciertas dificultades que impiden el óptimo nivel de vida de su gentes, como lo es el problema vial, educativo,  de salud y el desempleo.

Por tener una terminal de Ecopetrol, la cual cuenta con un oleoducto de 306 kilómetros que transportan petróleo desde Ecuador hasta el puerto de Tumaco, este municipio recibe regalías, pero después de los derroches de esos dineros y la poca reinversión que se hace allí, son vigentes los aprietos que tiene la población tumaqueña. Sin embargo, este municipio solo recibe regalías por ser puerto por el cual sale el petróleo, no como municipio productor”, dice Martínez. Según Jesús Martínez, las universidades deben de participar como veedurías para las decisiones, ya que en el departamento de Nariño, se han extraviado algunos dineros pertenecientes a este tema y, por consiguiente, los proyectos sociales no son culminados.

Claudia López, analista política en Hora 20 y lasillavacia.com, se refiere a las administraciones municipales, es decir al Alcalde, como un jefe de policía, ya que desde su punto de vista la responsabilidad de lo que acontece en cualquier parte del país es directamente del Presidente de la República; el principal problema de muchas administraciones municipales, es que el gobierno nacional no cumple su tarea, no cumple con tener el monopolio de la fuerza y la justicia, y deja expósitos a los territorios, a sus poblaciones y a sus autoridades a la influencia o competencia de actores armados ilegales que disputan el control del territorio y el monopolio de la fuerza y la justicia.